Juicio permanente (2008)

Hay una esfera personal, interna, secreta en cada uno. Como personas y especie somos absolutamente todos unos seres inseguros.

Sólo el capaz de trascender los niveles de conciencia podría salirse de esta hipótesis.

La mente nos habla mientras caminamos o cuando estamos sentados. No para. A cada segundo nos impone y arroja mensajes. Hay veces en que uno desearía que no lo hiciera, pero la muy astuta no calla.

Nuestra nuclear inseguridad es social. Nadie sabe qué piensa el de al lado. Todos se someten al juicio del resto a cada instante de sus vidas.

Así, el orgullo y lo soberbia parecen ridículos y denotan nuestro ego actuando sobre nosotros.

Esa inseguridad se escapa de nuestro control. Es involuntaria y reconocer esa vulnerabilidad es una herramienta que te pone un escalón arriba del resto.

Nadie puede creerse lo que otro te puede rebatir.

Si te gustó este artículo, ¡compártelo! ¡Gracias!.

2 thoughts on “Juicio permanente (2008)”