Está bien. Ganó Piñera.

A pesar de equivocarme en el pronóstico del resultado final de las elecciones, creo que la tesis de los dinosaurios y transformación política en Chile seguirá su curso normal tras el fin del binominal y la apertura de la política a los ciudadanos, movimientos sociales e independientes.

Aun así, me sorprende Chile: es como ese púber adolescente que no sabe para adonde va, que tras tirar enojado sus recientes Nike ahora rotas, va al día siguiente a comprar otras similares.

Me costó creer cuando el electorado votó por segunda vez por Michelle Bachelet. Y me cuesta creer que esta vez lo hagan por Piñera, simplemente no le veo el sentido. Y es que, indiferente a lo positivo que le ven, es un tipo que nadie quiere tener de vecino.

¿Se acuerdan de la alegría ya viene de los 90’s? Es lo mismo, los tiempos no van a cambiar de una forma radical y absoluta. En este caso, probablemente como sueltan la billetera los peces gordos eso se refleja -un 7% aumentó la Bolsa de Stgo. el lunes posterior a la elección- en el día a día, pero ninguna transformación.

Las causas del triunfo de Piñera:

– Cumpliendo cuando hay que cumplir: Mayor despliegue en terreno de la derecha, poniendo mayor cantidad de apoderados y activistas, propaganda en los lugares de votación, voluntarios repartidos en todos lados las últimas 2 semanas.

– Mayor intención de la derecha: Eso afecta el inconsciente colectivo y el boca a boca: Guillier dijo que se retiraba de la política al comienzo de la segunda vuelta ganara (posterior a su mandato) o perdiera (posterior a su cargo de senador). Hoy está diciendo otra cosa, le sintió el gusto al poder y puede que se motive a ir por más asumiendo que su votación es mérito de su liderazgo.

– Más comunicaciones. Aun cuando fueron tremendamente erráticas las comunicaciones (sicario, hijos, apoyos desmentidos -Patch Adams, Mujica, fundaciones, etc-, manipulación de los votos y más), Piñera se las arregló para figurar a diario en portadas impresas y a cada minuto en el mundo digital.

– Mejor congregación y convocatoria, aumento aprox. de 300.000 votantes que vienen en su mayoría de 5 comunas de la zona oriente donde Piñera tiene mayoría abrumadora. Son prácticamente los votos que hacen la diferencia ante un virtual empate.

Según La Tercera: “La cifra lo dice todo: tres millones 800 mil votos. Eran un millón 400 mil más que lo obtenido en primera vuelta, 200 mil más que en su primer triunfo en 2010 y una cifra inédita e histórica para la derecha chilena.”

Entonces las conclusiones son:

– El electorado en Chile es indefinido, vota por lo que cree le conviene y en base a su persona, en este caso; en lo racional con empleo y recursos; en lo emocional, miedo al populismo.

– La derecha gana por primera vez en periodos cercanos. Esto también genera un referente. La derecha anterior era dominada por la UDI, conservadora y hasta retrógrada en una época de gloria para las cúpulas. Hoy la derecha se ha centrado, se comió a la DC y a ciertos liberales que antes iban por fuera. Por primera vez, la derecha se afirma como una fuerza de mitad sostenible.

– En vez de ser una votación por liderazgo, ésta fue por los equipos o ideario, mejor dicho: por fuerza política. El panorama electoral deja a la derecha con un 30% aprox. y a la izquierda con otro 30% y un amplio 40% que depende del momento.

– Se revirtió la tendencia de la abstención con 7.024.222 que corresponden al 49% del padrón versus la primera vuelta que votaron 6.650.000 con un 46% del padrón. Creo que esto es lo más relevante de la elección; tapa bocas a quienes quieren hacerlo obligación de nuevo y más aún, es un apoyo a la tesis de que la política debe ser más comunitaria, centrada en los habitantes. En el fondo, que la apatía ciudadana tiene que ver con el contexto y no con idiosincrasia.

Lo que se viene, un Congreso muy complejo, con un Frente Amplio que hará oposición dura y una Nueva Mayoría de oposición moderada mientras por fin se re arma en algo tras colgarse de la recuperación de la democracia por más de 2 décadas.

Va a ser un gobierno más bien plano, que se va a preocupar de lo netamente financiero y a las crisis que se arrastran como el Sename, delincuencia, tributaria, dando un espacio menor a los temas de proyección; ley de drogas, de unión civil transversal, afp’s, isapres, sistema de licitaciones, transporte nacional, Transantiago, etc.

En lo particular, creo que necesitamos estatalizar los recursos naturales, hacer un canal junto a un tren a lo largo de todo Chile y en las reformas, es imprescindible que se comience a hablar de lo importante no solo en economía, con visión de país global e integrador y con años plazo.

Con humor, como dijo un comensal ayer, lo mejor de que gane Piñera es: “Piñericosas para rato”, el mandatario bufón.

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