El ahueonaje en los formularios

En el mundo digital de hoy, Internet es muchísimo más que un canal de comunicación, es más bien una plataforma de interacción con el mundo que aunque sea virtual sus alcances se hacen concretos en la realidad.

Como esta interacción se proyecta, hay dos cosas que me suelen llamar la atención en el proceso.

La primera de ellas es cómo los encargados de registros con el avance del Internet siguen pidiendo datos obligados que están obsoletos por el avance de otras tecnologías o cambio en las condiciones. Aún relleno a diario formularios en los que el teléfono fijo –por ejemplo- es obligación y, sino lo agregas, el formulario no se guarda y no pasa a la base de datos (BBDD).

Por supuesto que esto tiene una mínima lógica informática que se contradice con la relación que el sistema comercial mantiene con sus usuarios.

Esta lógica informática es que obligando los campos se obtiene una BBDD datos uniforme, en las que está toda la información queda posible para usarse internamente o venderse a terceros. Y acá hay otro punto de impacto, ya que la mayoría de los usuarios no tienen idea que muchos de esos formularios aparentemente casuales y sin importancia, registran datos que después son lanzados en el mercado. Los usuarios se fijan en Apple, Samsung, Google, Adobe, Facebook, etc pero no en la cola larga que es, a fin de cuentas, la que más importa en este punto.

Otros formularios que rallan en lo ridículos –acá una perspectiva más subjetiva- son los de postulaciones de trabajos en línea en sitios como Laborum, Trabajando, Reqlut, CompuTrabajo, etc. En esos formularios se plantean preguntas que son hasta divertidas: por ejemplo, vi hace poco una para postular al cargo de gestor de contenidos de PayPal. La postulación contenía dos preguntas: renta -hoy en día parece que se paga según candidato y no según cargo. Así, las empresas tienen el sartén por el mango-. Y la otra era ¿Por qué te gustaría trabajar en PayPal?

Creo que es muy probable que las respuestas sean instantáneas: hacer lo que me gusta hacer –en este caso, crear contenido-, trabajar en una empresa internacional seria y responsable, proyectarse o estabilizarse, aumentar valor del currículum, afinidad e interés en finanzas y contabilidad, etc.

Dudo –y menos en este país- que reciban respuestas originales a una pregunta de cartón. Dudo que alguien responda algo así como: porque mi primera compra al extranjero la hice por PayPal; o algo así como porque sigo desde años a Elon Musk –fundador-; o porque la tecnología de la empresa es líder en el mercado.

A las personas que hacen y definen formularios por favor, les ruego que pongan leve atención a los que uno llena de aplicaciones top. La diferencia es clara; hacen la menor cantidad de preguntas posible y solo cuando son vinculadas al interés directo para ellos o no la colocan; son rápidos y breves –sin introducción y preguntas capciosas-; tienen lógica interna.

Me imagino que estos generadores de formularios tienen en su cabeza esa burocrática hoja de papel llena de preguntas que te pasan en el registro civil y al parecer, ignoran que lo que hacen lo hacen para Internet, un canal donde casi siempre, menos y simpleza es más.

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