Edades: teoría del cambio

Hace mucho tiempo comencé a generar una teoría respecto a la evolución y procesos que vivimos como personas en este mundo occidental.

En Australia tuve la oportunidad de trabajar y conocer gente de todo el mundo, pero además de provenir de distintos lares respondían a un amplio rango de edades entre los 18-19 hasta los 50-55 años.

Me percaté que tras los 27-28 años, las personas hacen una mayor reflexión, marcada tendencia. Muchas de las personas cuando se están acercando a los treinta empiezan a evaluar su vida, sus acciones, las decisiones que han tomado, las historias.

Esto es una mera hipótesis, no hay forma de probarla, pero sí que me he dedicado a hacer preguntar al respecto –algunas capciosas- y fijarme bien en los caminos de la vida como decía mi amigo Vicentico.

Antes de los 28, la gran mayoría vive de una manera infantil. Aun importan temas como la popularidad, el qué dirán, la vanidad. Es como una letanía a los veintisiempre, un margen de edad sin número. Es cuando se es universitario o salidos con poca experiencia laboral o de grupos sociales rotativos de ese estilo.

Después de los 28 pasa algo diferente. En general se regulan los pesos y las vocaciones, las relaciones se consolidan, se aterrizan los sueños, se comienza a pensar hacia adelante, aumenta la reflexión y los cuestionamientos. En síntesis, las hormonas dejan de ser protagonistas.

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