Tres días en Calafquén

Por: María Paz Díaz Lazcano

Son las 13:56 mirando una linda vista hacia un volcán que con vergüenza confieso no saber su madre. ¿Será necesario saberlo ante tanta belleza?

La cuarentena sigue pero desperté a las 12:00 pm, habiendo dormido plácidamente.

No barro hojas, más bien como moras a orillas de caminos silvestres.

¿En qué mañana mejor puedo pensar? Mi criterio se confunde.

¿Será responsable mi pandemia? ¿Seré la pata coja de la mesa artesanal, de madera rústica de la terraza en la cual me encuentro tomando una copa de champagne?

Parece que más bonificación no recibiré… quizás multa.

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*Réplica al relato Cada Noche de JTF: https://issuu.com/editorial-usach/docs/historias_confinadas_int_issuu/s/11370761