Arte en el urinario

El colegio en el cual estudié está en una nueva polémica. Esta vez, porque alumnos colocaron fotos de ministros en urinarios.

Este hecho tiene varias aristas:

Los niños replicaron una corriente artística denominado arte moderno, esa era la clase en cuestión. Un tipo de arte que ya profundizó y masificó Nicanor Parra en este país. Si hay un provocador, ese es Parra, no niños en un colegio. Y a Parra, a pesar y con todo, Chile lo amó, ¿No?
A pesar de ello, es de cierta forma una contradicción, pero acá se atacó cierta dignidad de personajes públicos y creo que eso tiene que ver con la exclusión de la educación cívica en este país. Entonces, uno de los temas de fondo al hecho es; discutamos de educación cívica.
La noticia se ha masificado con dureza en medios conservadores, principalmente LaTercera, Emol, Canal13. Esto es muy importante, porque detrás de esas coberturas hay un juicio moral de la acción. Distintas otras coberturas, pueden revisar los titulares y comprenden la marcada editorial. Esos medios no les interesa generar pensamiento crítico, les interesa la hegemonía, que pienses como ellos.
Consecuente a lo anterior, cualquier arte como tal analizado desde la moral redunda en una limitación. La moral censura y excluye, es dogmática y cerrada. El arte es algo diferente y hacer escándalo por acciones como estas demuestra la sociedad conservadora en la que vivimos. ¿Cuanto podemos ser en el Chile de hoy?
No es primera vez, que cuando quedan amplios desórdenes en otros establecimientos escolares salga el SIEB o la Compañía de Jesús en paralelo como que algo se hizo ahí. Anteriormente, ya había pasado. Muy subjetivo, pero me parece que hay individuos profundamente moralistas (periodistas en mayor medida) que les gusta darle a los jesuitas, como si fueran culpables o responsables de actos delictivos o al menos, delicados. Es casi ridículo solo mencionar este análisis, pero usen Google y revisen; los jesuitas están en la palestra en los tres medios mencionados, son un foco de atención para ellos.
Si hubo manipulación del profesor o ingenuidad de los niños son puras conjeturas entre sabiondos y basura comunicacional responsabilidad de la prensa y a plataformas como redes sociales. Porque, ¿se puede tener una discusión de valor en Facebook?
Como ex alumno puedo dar fe que en ese colegio hay un interés por ir más allá, romper, aunque sea un poquito, lo establecido y de eso me siento orgulloso. Revisando a mis ex compañeros y sus caminos en la vida, es claro los resultados de cómo el colegio incentiva la diferencia, el buscar caminos propios y siempre, con consciencia social. Eso es un baluarte para un colegio y en estas coberturas muestran esa virtud de mala manera, como enemigos del orden.
Lo que pasa en ese colegio y en otros, es de ámbito privado. El hecho sucede como parte de una tradición escolar. Se vulneran los derechos de la institución cuando se reportea en terreno en instituciones así. El periodista en cuestión no tiene la menor idea de los procesos ni los fundamentos y cubren solo según impacto.