Ha sido tema recurrente en tertulias de amigos que recordamos aquella década dorada en la que uno se siente dueño del universo, con toda la vida por delante, con libertad, autonomía. En general cierto poder adquisitivo, estado físico, energía interminable.
Son los veintisiempre, si no eras universitario ya andabas en algo. Si estudiabas hacías una transición de eso de ser niño a joven con la consecuente evolución de ese sentimiento de fortaleza y potencia.
En los veintisiempre suelen pasar las experiencias más extremas, es época de viajes, de pololeos, de romanticismo acérrimo, de ilusiones y sueños.
Es una década en la que siempre se cree que habrá más tiempo, un más allá, una ventana temporal de posibilidades, pero ¡éjale! el cambio de folio aterriza los pies, el pragmatismo se vuelve importante.
Esos 10 años son como el Demian 2.0. Me hubiera gustado una novela tipo Tinta Roja de Fuguet. En esos 10 años se toman las primeras pegas, los primeros negocios. Por tanto, se define la moral y la ética, los principios que tomaremos para lo siguiente.
Era la época que uno podía cometer errores sin sentir una culpabilidad absoluta. Errores que serían y fueron pintados por el velo de los años. Son los veintisiempre, un todo en si mismo para muchos.
Si te gustó este artículo, ¡compártelo! ¡Gracias!
The point of view of your article has taught me a lot, and I already know how to improve the paper on gate.oi, thank you. https://www.gate.io/th/signup/XwNAU
Reading your article helped me a lot and I agree with you. But I still have some doubts, can you clarify for me? I’ll keep an eye out for your answers.