¿Cómo mierda puedes normalizar la violencia?

Yo he vivido solo en Australia afuera de estas tierras. Solo he podido leer y reconstruir historias por terceros que cargan con altas dosis de parcialización ante cómo se produce y crece el delicado fenómeno de la violencia.

Hoy me pasó algo sorprendente. @JoaquínLavín, alcalde de Las Condes, subió un video como celebrando el freno a un portonazo por un comisario que desfundó y mató a uno de los maleantes e hirió a otros tres. En el video, publicado en Twitter, como que el alcalde se sentía orgulloso.

Yo le escribí, puse que el hecho me inquietaba y le pregunté cuál era la idea, que quería transmitir con ese video. Él me respondió que quería contar el hecho y que creía que el carabinero, con experiencia en el GOPE destaca, hizo bien.

En mi tuit venía la palabra mierda, la pregunta era ¿Cómo mierda….? Lo escribí impulsivamente sorprendido por el video del alcalde. No me enorgullece, fue espontáneo. Mi tuit generó una enorme batahola de agresividad.

Las respuestas no se hicieron esperar. A los pocos minutos me llegaron decenas de mensajes insultándome y etiquetándome de zurdo, de izquierdista, de comunista, de amigo de la maldad, de socio de los delincuentes, de aweonao, de idiota, de hijo de puta, de conchetumadre y varios más. Supongo que yo afecté sus reflexiones matutinas y agradecí esos insultos abiertamente. Con el rato, se equipararon algo a los que estaban a favor de la pregunta ¿Cómo mierda puedes normalizar la violencia?

El caso me recordó muchísimo al del carabinero que desfundó el arma en pleno aeropuerto para dispararle a sangre fría a un conductor de #Uber. También me recordó la cantidad de videos que he visto el último tiempo con abusos explícitos de Carabineros. Videos grabados por testigos y que no son expuestos en los medios de comunicación.

En lo personal, en el mundo civil, creo que un carabinero no debería desfundar el arma excepto que haya vidas en directo peligro. Creo que ese es su rol, es policía civil, defensa civil y esa autoridad que ostente conlleva responsabilidad.

En el portonazo en cuestión era el auto, o sea, la propiedad, lo que corría riesgo. En los cientos de videos que he visto y que comento, fueron casos callejeros, principalmente vendedores ambulantes. Hay muchos en la red, uno ve lo que quiere ver y si los buscas, los encontrarás.

El hecho que los carabineros tengan autorización de usar el arma en plena ciudad por delitos no criminales me parece que es llegar a esos límites iniciales, de aquella Colombia, de aquel Perú, de aquella España que en décadas pasadas experimentaron el desafío de guerrillas y movimientos rebeldes, muchas con causas históricas, pero comienzos en las calles y con conflictos civiles.

También había publicado antes un par de comentarios en Twitter sobre esta extrema normalización de la violencia a la que hemos llegado en Chile. Esta vez, no haré el análisis del fenómeno, podemos esgrimir miles de argumentos y es muy probable que no nos pongamos de acuerdo.

Por mi parte yo quiero transmitir que la violencia hoy está viva en las calles. Santiago está hecha una ciudad brava y la polarización política lejos de decaer con el tiempo ha ido en aumento. No sé tampoco cuál es el alcance de esto. Ni si se puede decir que estoy correcto o no, pero si creo que todos deberíamos reflexionar sobre la violencia que se está arraigando en nuestra sociedad. El antiguo rencor oculto de los más vulnerables hoy se externaliza y al contrario, en política, las capas son cada vez más superficiales.

Finalmente, hasta que no cambien las bases de Carabineros me niego a darle el crédito que antes tuvieron. Me niego porque fue una institución que ha sido protagonista en esta normalización de la violencia. Por otro lado, reniego completamente en su fundación y compromiso con sus principios al ser los responsable del mayor fiasco al fisco que ha tenido este país en nuestra historia con miles de carabineros involucrados en toda la red.

Creo, sin embargo, que Carabineros está consciente de esto. Creo, por acciones que les veo a diario y que no son publicadas masivamente, que hay una intención real de cambio, pero hasta que no se considere una prioridad y una propuesta radical, defenderé mis principios por sobre cualquier consideración.

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